Post original publicado en la web de Doble Equipo
Hoy me permito
La llegada de un niño/a a la familia con discapacidad supone una nueva situación y un impacto emocional. Cada familia vivirá este cambio de una manera diferente según sus propias características.
Las familias tienen preferencias distintas en cuanto la implicación en el cuidado de sus hijos/as, pero sea cual sea su preferencia, los padres conocen a sus hijos/as mejor de lo que ningún profesional lo hará nunca. Los miembros de la familia son expertos en los temas que afectan a ellos mismos y a su familia.
Habitualmente el impacto del diagnóstico en la familia genera una situación con multitud de sentimientos encontrados, los cuales no siempre son compartidos de la misma forma por todos sus miembros.
La rabia, el dolor, la incertidumbre, el miedo y la desesperación dan paso posteriormente a la lucha, el valor, la fuerza y la seguridad con el único objetivo de conseguir mejorar la calidad de vida de sus hijos/as y por su puesto su felicidad.
En ocasiones en este proceso de aceptación los familiares olvidan que lo más importante que sus hijos pueden conseguir ya lo tienen, pues son sus padres. Es por esto que deben permitirse caer para luego poder levantarse, pues vivir con plena conciencia lo que sienten y exteriorizarlo es la cura del alma.
Hoy me permito…
Hoy me permito tirar la toalla
Hoy me permito llorar sin descanso
Hoy me permito pensar que nada saldrá bien
Hoy me permito sentirme culpable
Hoy me permito sentir rabia y enfado
Hoy me permito pensar en MÍ
porque…
Mañana me levantaré y seguiré luchando
Mañana sonreiré nada más verte
Mañana todo saldrá bien
Mañana no habrán culpables
Mañana buscaré la alegría y la tranquilidad
Mañana pensaré en TI